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Los pies son la base del cuerpo y desempeñan un papel fundamental en el desarrollo, la postura y la movilidad de los niños. Sin embargo, con frecuencia se pasa por alto la importancia de revisar su salud podológica durante la infancia. Las revisiones podológicas infantiles permiten detectar a tiempo posibles alteraciones y asegurar un crecimiento correcto y saludable. 👟 ¿Por qué es importante la podología infantil? Durante los primeros años de vida, el pie del niño está en pleno desarrollo. Los huesos son más flexibles, los ligamentos más elásticos y la musculatura aún se encuentra en formación. Esto significa que cualquier alteración no detectada a tiempo puede influir en la manera de caminar, la postura o incluso en el desarrollo del aparato locomotor. Un podólogo infantil puede identificar precozmente problemas como: Pies planos o cavos. Marcha en puntillas o con los pies hacia dentro o hacia fuera. Desgaste irregular del calzado. Dolor en talones, tobillos o piernas. Alteraciones en las uñas o en la piel (como verrugas plantares o infecciones). 🦶 La prevención: clave para un desarrollo saludable Las revisiones podológicas periódicas permiten prevenir complicaciones futuras y guiar a los padres sobre aspectos fundamentales como el tipo de calzado adecuado, la higiene del pie y la importancia de fomentar el movimiento y el juego activo. Detectar y corregir a tiempo una alteración en la pisada o en la alineación puede evitar dolores, lesiones o problemas posturales en la adolescencia y la edad adulta. 👩‍⚕️ ¿Cuándo realizar la primera revisión podológica? Se recomienda realizar una primera valoración podológica entre los 3 y 4 años, momento en que el niño ya ha desarrollado una marcha estable. Posteriormente, es aconsejable acudir al podólogo al menos una vez al año, o antes si se observan molestias, caídas frecuentes o un desgaste anormal en el calzado. 💡 En resumen La podología infantil juega un papel fundamental en el crecimiento saludable de los niños. Prevenir es siempre mejor que corregir, y una revisión a tiempo puede marcar la diferencia en su bienestar futuro. Cuidar los pies desde la infancia es invertir en su salud para toda la vida.